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domingo, 5 de fevereiro de 2023

Quem é Erin Doom, a nova Elena Ferrante

Millones de lectores conocen sus novelas. Las han disfrutado, compartido y empujado hasta la cima de los libros más vendidos del año pasado. Solo un puñado de personas, sin embargo, sabe quién es de verdad este nuevo éxito de la literatura italiana. La familia, el editor y poco más. El misterio alrededor de la “Elena Ferrante juvenil” —como la bautiza el sello Montena, que ahora trae a España su obra más famosa, Fabricante de lágrimas— crece igual que su triunfo. Aunque, bajo un coro de entusiasmo masivo, en internet también resuenan acusaciones muy ruidosas: normalizar los abusos o la violencia en el amor, reiterar estereotipos o, incluso, contribuir a un retroceso del feminismo. Libros, adolescentes, éxito, dinero, redes sociales, identidad oculta, polémicas: el fenómeno Erin Doom está servido.

Frente a la escritora anónima por excelencia, la más reciente sí ha dejado filtrar algún dato: se llama Matilde, es de la Emilia Romaña, tiene menos de 30 años y está diplomada en Derecho. Lo demás queda para la imaginación de cada cual. Aunque tal vez su seudónimo ofrezca alguna pista. Es decir, como explica ella misma por correo electrónico, “un término irlandés asociado a la naturaleza y la libertad” y la palabra destino en inglés, “esa fuerza arcana e inexplicable que conecta a mis personajes y sus historias”.

La de Fabricante de lágrimas empezó en Wattpad, una colosal comunidad digital donde cualquier escritor puede mostrar sus obras ante millones de usuarios. Ahí, Doom utilizaba otro alias: Dreamseater (comedora de sueños, en inglés). E iba publicando por entregas el relato de Nica y Rigel, dos huérfanos unidos por una adopción, un pasado en común, una sombría atracción y una inquietante leyenda. Capítulo tras capítulo, cada vez más internautas fueron acompañando el avance de la trama. Hasta que se contaban en cientos de miles.

El periplo de la autora se parece al de muchas carreras lanzadas por Wattpad: la plataforma le permitió cultivar la afición de narrar historias, mientras se dedicaba a otra profesión; de golpe, vio como las cifras de visualizaciones empezaban a multiplicarse, una bendición que también puede llegar a suponer un peso y una responsabilidad; y subraya que la relación tan directa con los lectores es un “gimnasio óptimo para conocer tus fortalezas y limitaciones”. Aunque la italiana señala también uno de los peligros implícitos en Wattpad: “El riesgo de plagio está muy difundido”. Lo cierto, además, es que el portal permite generar un grupo de lectores potencialmente interesados en comprar la obra.

Así que, el 20 de diciembre de 2020, Doom se lanzó a autopublicarse en Amazon. “Empecé a entender que las cosas estaban cambiando cuando el libro comenzó a subir ahí. Y en las listas nacionales”, relata. Porque, al día siguiente, la editorial Magazzini Salani la contactó para culminar el periplo al revés de su obra: de la red y el impacto directo hasta el canal tradicional, hecho de papel e intermediarios. Era justo, por otro lado, el sello que publica en Italia a J. K. Rowling, la madre de Harry Potter, que Doom ha identificado varias veces como responsable de su hechizo con la literatura. Siguieron una charla por videoconferencia, un acuerdo, el título de libro más vendido de 2022 en Italia —450.000 copias— y una adaptación cinematográfica ya en marcha. El boca oreja en la red social Tik Tok también disparó el fenómeno.

El despegue de Fabricante de lágrimas ha arrastrado consigo incluso a Nel modo in cui cade la neve (En el modo en el que cae la nieve), la primera novela de Doom, escrita al terminar el bachillerato científico, que también ha aterrizado ahora en las librerías, y en las clasificaciones de los mayores éxitos. Ambos libros, además, están unidos por temáticas y protagonistas: una joven sin padres, un chico tan tenebroso como atractivo y un idilio problemático. “Creo que el amor puede tener muchas facetas, no siempre delicadas. A menudo, un sentimiento puede nacer incluso entre personas que, a pesar de sus dificultades, sus defectos y sus historias, logren encontrar en la imposibilidad una manera de entenderse”, reflexiona la italiana.

Tal vez sea esa la receta que ha enganchado a miles de seguidoras —su público es mayoritariamente femenino—. La novela también toca temas como los abusos o el consumo de drogas, tanto que una nota al principio del libro avisa del “contenido sensible”. “A menudo los niños son víctimas silenciosas. Quería llevar la atención hacia situaciones de las que no se habla lo suficiente, como la tutela de menores o las manipulaciones y abusos de los que habría que salvaguardarles”, argumenta Doom, cuya carrera jurídica, al parecer, también se centra en ese ámbito.

Hay, sin embargo, quien cree que su libro fomenta justo lo contrario. Porque, además de besarse, Nica y Rigel se agarran, se empujan o se gritan. Habrá quien lo considere pasión; pero en plataformas como Goodreads se pueden leer reseñas enfurecidas que acusan a Doom de llamar amor al maltrato. Y, además, de tratar con superficialidad el abuso infantil. “Creo que un libro, o cualquier otra obra, se percibe desde la subjetividad de cada uno. Respeto todas las opiniones, porque forma parte del trabajo. Si bien Rigel busca mantener a Nica lejos con un carácter retorcido y coherente con el personaje, en realidad tiene miedo de tocarla: se menciona muchas veces en su relato. Aunque entiendo que es un personaje muy controvertido, es la demostración de que no aceptarnos, con nuestras inclinaciones y sentimientos, por miedo a ser juzgados o rechazados, nos hace daño a nosotros y a los que amamos. Al final, somos lo que elegimos ser, también más allá de nuestros traumas, dolores e incontables limitaciones”, responde ella.

‘1984’ y ‘Farenheit 451’

La escritora, en cambio, prefiere ignorar la pregunta sobre posibles influencias al margen de Rowling, aunque en otros casos ha citado a 1984 de George Orwello Farenheit 451 de Ray Bradbury como dos de sus novelas favoritas. También evita aclarar si piensa dejar la actividad jurídica y dedicarse a tiempo completo a la literatura. No hay, sin embargo, más elusiones en sus respuestas: Doom cuenta que su vida no ha cambiado de forma “drástica” y procura no olvidar “nunca” de dónde viene; que el anonimato se debe a un “índole muy reservada” y al deseo de privacidad, por lo que teme un poco lo sucedido con Ferrante: el secreto alimentó curiosidad, pero también investigaciones para intentar desvelarlo.

La joven autora no descarta anunciar algún día quién es. Pero quiere que suceda a su ritmo, pese a que sus padres se mueren de ganas y orgullo de contárselo “a todo el mundo”. Por lo pronto, ha dado otro paso: se dejó fotografiar por la revista Vanity Fair, aunque con la cara tapada. Mientras, prepara su tercera novela. Asegura que se alejará algo de las otras dos. Amor, familia y dificultades, eso sí, volverán a ser los pilares centrales. Sus lectores, al fin y al cabo, ya la conocen muy bien. O no.

A situação política no Peru em 2022-2023 - Mário Vargas Llosa

En un artículo que leí hace poco en el Miami Herald, Andrés Oppenheimer dice exactamente la verdad sobre el caso peruano. Y pone al descubierto la pequeña conspiración de los presidentes elegidos de México, Argentina, Bolivia, Chile, Honduras y Colombia para producir un golpe de Estado que pondría fin a la democracia peruana. Claro que Cuba, Venezuela y Nicaragua participan de esta conspiración, pero no son “democráticas”, sobre todo Cuba, que no permite elecciones libres en la isla hace más de 60 años. De modo que las tres no pueden figurar en esta estadística.

¿Cuál es la verdad sobre el caso peruano? Muy sencilla. El presidente elegido por los peruanos, Pedro Castillo, pronunció un “discurso” el 7 de diciembre, utilizando el circuito nacional de radio y televisión, pretendiendo dar un golpe de Estado, calcado del que dio Alberto Fujimori hace 30 años. En ese discurso, que escucharon millones de peruanos, el jefe del Estado dijo, entonces, que expulsaba a todos los parlamentarios y anunciaba unas futuras elecciones para reemplazar al Congreso con una Asamblea parlamentaria, algo que las leyes peruanas consideran anormal e ilegal. También declaró en “reorganización” la Fiscalía y el poder judicial (es decir, los disolvió). El Congreso, reunido rápidamente, destituyó al presidente y su guardia de honor lo entregó inmediatamente después a la policía, en vez de llevarlo a la Embajada de México, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador le había ofrecido asilo. Desde entonces, Pedro Castillo está preso por orden judicial, esperando ser juzgado, por el delito de haber intentado dar un golpe de Estado, algo a lo que los militares peruanos se opusieron, de acuerdo a la Constitución y a las leyes, y se mantuvieron dentro de la legalidad. Los parlamentarios nombraron, para reemplazar al presidente, a la vicepresidenta, Dina Boluarte, miembro del mismo partido del presidente Castillo, que se ha declarado “marxista leninista” en varias ocasiones. Ella ha ofrecido celebrar unas elecciones en el plazo de un año y el Congreso ya ha aprobado el adelanto en primera instancia, algo que es perfectamente constitucional. De modo que los peruanos tendrán un nuevo jefe de Estado electo dentro de poco más de 12 meses, de acuerdo con las leyes.

Aquí comienzan los “presidentes elegidos” de naciones vecinas, es decir, México, Argentina, Colombia, Chile, Bolivia y Honduras, a mostrar sus garras. Según ellos, el presidente Castillo no intentó dar un golpe de Estado y está preso por culpa de los partidos “derechistas” que habrían armado toda “esa conspiración”. ¿De dónde sacan esta historia absurda y desatinada esos presidentes? No se sabe de dónde pero ahí está la acusación, nacida, por lo visto, del mandatario mexicano, López Obrador, que se ha llevado a la familia de Castillo a su país y que repite sin cesar semejante calumnia. Y es lamentable que varios países lo imiten en esta inventada teoría, según la cual el presidente Castillo sería víctima de una maquinación de la derecha peruana.

Esta misma fantasía ha prendido entre ciertos grupos de la extrema izquierda peruana que, atacando ciudades y aeropuertos, han quemado vivo a un policía y han provocado enfrentamientos con las fuerzas del orden que han dejado un saldo de casi 60 muertos entre los peruanos. La presidenta Dina Boluarte ha asegurado que el poder judicial examinará todas estas muertes, para implicar a los responsables, en tanto que la opinión pública ha exigido que esta investigación se lleve a cabo por el poder judicial cuanto antes. La presidenta, por lo pronto, desconcertada con las declaraciones de sus antiguos compañeros, debe haberse desprendido ya de sus definiciones ideológicas.

Es estúpido decir que la derecha ha llevado a cabo toda esta pantomima para acabar con Pedro Castillo. Todos los peruanos oyeron ese discurso en el que Castillo se arrogaba poderes extraordinarios y enviaba a los parlamentarios, a los fiscales y a los jueces a sus casas. Lo único que no le salió bien es que los militares no lo apoyaron, y que su guardia de honor, en vez de llevarlo a la Embajada de México, lo entregó a la policía. Esta es más o menos la tesis que, luego de una minuciosa investigación, Andrés Oppenheimer revela en el Miami

Herald, y la que varios millones de peruanos suscribirían sin objeciones. Habrá elecciones dentro de un año y los peruanos tendrán un nuevo presidente según las leyes y la Constitución, a las que el Ejército ha respetado, creo que por primera vez en nuestra historia.

¿De dónde nace la fantasía delirante que Castillo ha sido “secuestrado” por la derecha? Enfurecido, López Obrador, el mandatario mexicano, nadie sabe por qué, ha inventado junto con el de Colombia toda esta patraña que el pueblo peruano y su Gobierno han rechazado con la máxima energía. Bien haría el señor López Obrador de ocuparse de los problemas de México, donde los asesinatos se repiten cada día.

Los peruanos lamentan que el joven mandatario chileno Gabriel Boric se haya prestado a esta farsa y haya apoyado las acusaciones ridículas de López Obrador, de que la caída de Castillo es una operación “de la derecha peruana”. Él había sido muy prudente hasta ahora y se había mantenido en el respeto de una estricta legalidad. En tanto que el colombiano Gustavo Petro puede decir las mentiras que sabemos, Boric se había mantenido en una estricta discreción que ahora ha roto. ¿Qué lo ha hecho cambiar de opinión? Es un acto lamentable, que el pueblo peruano no olvidará.

La verdad es que la caída del presidente Pedro Castillo no la van a llorar muchos peruanos. Desde su elección, las metidas de pata de este personaje que ignoraba las cosas más elementales del Perú habían provocado la indignación y la cólera de distintos sectores. Entre otras barbaridades, pretendía acabar con la minería para resaltar la ecología nacional. El pobre ignoraba que si algún día el Perú conquista la eficiencia y figura entre los países prósperos de este mundo, ello se deberá a la minería. Esto da más o menos una idea de las cualidades intelectuales del personaje que, en una conflictiva decisión, eligieron los peruanos para ponerlo a la cabeza del Estado. Su impopularidad había llegado al 70%, más o menos, de la población peruana, y esas cifras espeluznantes estaban todavía por aumentar. La tentativa golpista de Castillo ha puesto final a la muy desatinada elección que lo llevó al Palacio de Gobierno. Por eso, creo firmemente que no basta que haya unas “elecciones libres” en los países del tercer mundo, sino que los llamados a votar, lo hagan bien, es decir, en favor de la democracia y del progreso, porque si votan mal, a favor de un dictador, por ejemplo, que se llena los bolsillos y no trabaja por elevar los niveles de la sociedad, la situación empeorará, lo que significan cientos o miles de familias abandonadas. Esperemos que en estas próximas elecciones los peruanos voten mejor que la última vez.

El problema no es peruano, sino de toda América Latina. Y del Tercer Mundo en general. Lo sorprendente es que en esta época, los países pueden elegir ser pobres o ser prósperos. Por eso, es imprescindible que los países del Tercer Mundo abandonen las fantasías socialistas. ¿En qué parte ha triunfado el socialismo? En América Latina hemos visto el caso de Venezuela, que no puede ser más dramático. ¿No es verdaderamente patético el caso de Cuba? Hace 60 años yo fui uno de los entusiastas con la Revolución Cubana. Desde entonces, ella ha ido empeorando y millones de cubanos andan ahora por el mundo, buscando trabajo y tratando de organizar unas vidas para las que no hay ni ocupación ni superación en su propio país. ¿No es triste esto? Ojalá la próxima vez que voten, tengan esto en cuenta los latinoamericanos.

© Mario Vargas Llosa, 2022.